domingo, 25 de octubre de 2009

UN COLIBRÍ DE ORIGAMI

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Colibrí hijo de la grulla. Nació jugando con la grulla, haciendole variaciones a esta. Dado que no existen grullas en América del Sur, buscaba desarrollar un ave Americana con un nivel de dificultad al plegar semejante al de la grulla tradicional, como lo es este colibrí, deseando que muchas personas pudieran plegarlo. Espero que así sea.
Mas fotografías en:http://colibritejedor.blogspot.com/20...
Música del video interpretada por el maestro Harold Martina, resultado de la Investigación de la profesora de la Universidad Nacional de Colombia Elli Anne Duque: "El Granadino: La música en las publicaciones periódicas colombianas (1848-1860).", 2 Vols. y CD. Bogotá; Fundación de Música, 1998. http://www.lablaa.org/blaavirtual/mus...

sábado, 24 de octubre de 2009

Lo real hechiza al cuento infantil Expertos explican las nuevas temáticas del cuento, al comenzar el III Festival del Libro Infantil.


Atrás parecen haber quedado las historias de hadas y duendes o de personajes de dibujos animados comerciales. En la literatura infantil contemporánea colombiana la realidad más próxima es la que prevalece: dos hermanitos viven con su madre porque su padre los abandonó; una pareja afrocolombiana se enamora en un humilde caserío del Pacífico y un niño sordo se enfrenta con valor a la cotidianidad.
Del cómo está evolucionando el cuento infantil hablaron expertos a propósito del inicio del III Festival del Libro Infantil, organizado por la Cámara Colombiana del Libro, que contará con una rica programación, a nivel nacional, en librerías, bibliotecas y entidades promotoras de la lectura, hasta el próximo fin de semana.
Es una iniciativa que busca llamar la atención de los padres para que conviertan los libros infantiles y juveniles en un elemento de primer orden en la formación de sus hijos.
"Los padres no se preocupan por ir con los niños a las librerías y muy pocos van a las bibliotecas. Y lo más curioso es que cuando un adulto realmente ve el contenido de los libros para niños se enloquece de la felicidad", comenta María Osorio, de Editorial Babel.
Conexión con la realidad
Como lo dice el popular grupo argentino Les Luthiers en su simpática parodia 'La gallinita dijo eureka', "a los chicos hay que decirles la verdad". Y esa es, quizás, la principal razón que ha llevado a los escritores infantiles a abordar los temas cotidianos en sus escritos.
"En la literatura para niños se ha tomado conciencia de que justamente todos los temas son posibles. Creo que la literatura de ahora acompaña a estos niños inteligentes de hoy, hiperpreguntones, para los que no hay temas vedados", explica la escritora Yolanda Reyes, de la librería especializada Espantapájaros.
En un análisis sobre el tema, que presentó el investigador Luis Bernardo Yepes Osorio en la edición más reciente de la revista de Fundalectura, "el humor, la discapacidad, la muerte, las angustias existenciales juveniles, el amor en sus distintas manifestaciones, el poder y la separación de los padres fueron tópicos predominantes en las obras".
Para Mireya Fonseca, editora infantil de Panamericana, la clave está en la manera como se le cuente al niño la historia. "La trama debe tener un lenguaje fácil, comprensible, con construcciones gramaticales ágiles; que, complementado con la ilustración, le llegue de una manera amena al niño".
El escritor cubano y especialista en literatura infantil y juvenil Sergio Andricaín complementa a Fonseca con otros ingredientes importantes: la investigación y la sinceridad.
"La cosa es cómo ayudar al niño a entender esas realidades tan difíciles, tan crudas sin caer en un discurso y en eso es muy importante la sinceridad. Se trata de que a través del camino de la literatura, que tiene recursos específicos, tú puedas ayudar al niño a crecer", explica Andricaín.
Por su parte, Reyes destaca el papel que juega en todo esto la poesía, que en la infancia se encuentra en todas partes. "Para un niño entre los 0 y los 4 años, el mundo del lenguaje es un mundo sonoro en el que importa mucho menos el qué y mucho más el cómo. Y el primer texto de un niño es el texto poético. En esa medida los libros para los más chiquitos son libros llenos de sonoridades, son verdaderos poemas".
¿CÓMO ACERCAR LOS NIÑOS A LA LECTURA?
Para la escritora Yolanda Reyes la mejor manera de acercar el niño a la lectura sigue siendo lo que ella denomina 'el triángulo amoroso'. "Sentarlo en las piernas, abrazarlo y leerle un cuento. Es que la voz humana que te acompaña, cuando eres chiquito, es lo que te conecta a la lectura para siempre, yo creo. Y eso se hace leyendo con ellos una y otra vez la misma historia. A los niños les gusta leer porque saben que los adultos están ahí atrapados y saben que no se van a ir de su lado. Es la tiranía de tener encadenado al sujeto; a ese papá que apagó el celular y que dijo: 'no me pasen llamadas' porque estoy leyendo este cuento'".
ALGUNAS ACTIVIDADES EN BOGOTÁ
-Sábado 24 de octubre. Taller '¿Cómo se hace un libro?' con Helena Castaño.
Lugar: Prólogo Café & Libro. Hora: 3:30 p.m.
-Domingo 25 de octubre. Lecturas de cuentos desde los balcones de la Fundación Rafael Pombo. Hora: 1 p.m.
- Miércoles 28 de octubre. Lectura especial para bebés desde 8 meses. Lugar: Librería Espantapájaros (Carrera 19 No. 104A -60).
- Jueves 29 de octubre. Mesa redonda '¿Existe la literatura juvenil?' Participan María Fernanda Paz, Yolanda Reyes, Carlos Sánchez y Francisco Montaña. Lugar: Librería Babel Libros (Calle 39A No. 20 - 55). Hora: 5:00 p.m.
- Sábado 31 de octubre. Música, lecturas y disfraces. Lugar: Parque Nacional Bogotá Hora: 11:00 a.m. Taller de cortar y pintar los mitos. Lugar: Biblioteca Virgilio Barco. Hora: 4 p.m.
- Domingo 1 de noviembre. Danza contemporánea 'La Oruga'. Lugar: Fundación Rafael Pombo. Hora:  12 m.
CONSULTE TODA LA PROGRAMACIÓN DE LAS ACTIVIDADES EN EL PAÍS EN:http://www.lijcolombia.com/eventos.php


Publicado el 23 de octubre de 2009
CARLOS RESTREPO
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO

miércoles, 14 de octubre de 2009

CATILANGUA LANTEMUE ¡EXCLUSIVA!

Este cuento maravilloso y popular forma parte de un libro titulado Había una vez bajo las palmeras, Ángeles Pastor la autora, fue Catedrática, Facultad de Pedagogía Universidad de Puerto Rico. El libro es de la Editorial Laidlaw Brothers, River Forest, Illinois, 1962. Le doy las gracias a mi sobrino Sui Long Ng, quien entonces era un niñito angelical y hoy es un egresado de INTEC con la carrera de medicina. Ojalá que alguien reedite estos maravillosos cuentos que recogen nuestra tradición hispana: "El pavo de la abuela zapatona", "La cucarachita Martina y el ratoncito Pérez", "Juan Bobo" y por supuesto, el maravilloso "Catilanguá Lantemué". Me encanta, ¿a qué es chulo? Disfrútenlo con los niños! ©Leibi Ng

Catilangua Lantemué

por Ángeles Pastor

  Nadie sabe todavía cómo llegó al barrio esta señora de extraña y graciosa figura. El caso es que ella hizo su casa con pencas de palmas de coco.

Tan rara esta señora, que nadie sabía su nombre; pues ella aún no había hecho amistad con ningún vecino del barrio.

Un día se acercó a la casa de la señora un niño llamado Juan Calalú.

-¿Quien vivirá en esta casa?- dijo Juan Calalú.

En seguida recordó que su mamá le había enviado a pedir candela a un vecino. Tocó a la puerta de la casa de pencas de coco, y esperó.

Al momento se abrió la puerta y apareció una señora muy rara, que tenía las piernas y el cuerpo de barro.

La señora se sonrió y le preguntó a Juan:

-¿Qué deseas, niño?

-Deseo un poco de candela para mamá. Con ella mamá encenderá lumbre en casa.

-Yo te daré candela con mucho gusto. Te daré candela si me traes agua en este calabazo. Y te daré candela si sabes decir mi nombre al regresar del río- le dijo la señora a Juan Calalú.

Juan se fue al río y llenó el calabazo de agua. Luego se sentó sobre una piedra junto al río y comenzó a llorar…

¿Cómo se llamará esa señora? -decía mientras lloraba.

En este momento salió un juey (cangrejo) muy alegre de su cueva y dijo a Juan Calalú:

-¿Por qué lloras, Juan Calalú?

-Porque no sé el nombre de la señora de las piernas de barro.

Y Juan Calalú siguió llorando mucho.

Al ver al niño llorando, el juey dijo:

-Juan Calalú, voy a ayudarte.

-Y ¿cómo me vas a ayudar, amigo juey? ¿Acaso sabes el nombre de la señora? -preguntó el niño.

-Mira acá. Juan Calalú. Cuando llegues a casa de la señora le dices: «Aquí está el agua Catilanguá Lantemué»- le dijo el juey a Juan.

Juan Calalú tomó el calabazo diciendo:

-Gracias, amigo juey.

Muy contento llegó Juan Calalú a casa de la señora de las piernas de barro y le dijo:

-Tenga, Catilanguá Lantemué, el agua.

-¿Quién, pero quién te dijo mi nombre? -preguntó Catilanguá Lantemué, disgustada.

Y como corre el agua de un río crecido, así corría Catilanguá Lantemué en busca de quien dijo su nombre.

-¿Quién sería? -hablaba Catilanguá entre dientes mientras corría.

¡Qué mucho le dolían las piernas de barro de tanto correr! Pero entonces vio algo que se movía a lo lejos. Se acercó, y vio que era un buey manso y viejo que pastaba tranquilamente en el prado.

Al llegar junto al buey, Catilanguá dijo:


-Buey, buey, buey,

Buey, esperanza de mué,

¿has dicho que yo me llamo

Catilanguá Lantemué?

Y el buey respondió:

-No, no, no,

no, esperanza de mué,

no he dicho que tú te llames

Catilanguá Lantemué.


Con sus piernas aún más pesadas ahora, Catilanguá Lantemué seguía corriendo.

Entonces llegó a una vaca que descansaba acostada en el pasto y le dijo:


-Va… a … ca,

vaca, esperanza de mué,

¿has dicho que yo me llamo

Catilanguá Lantemué?

Asombrada, le respondió la vaca:

-No, no, no.

no, esperanza de mué,

no he dicho que tú te llames

Catilanguá Lantemué.


Catilanguá Lantemué corría y corría. Pronto encontró a un burro que se espantaba las moscas con el rabo y el dijo:

-Bu… u… rro,

burro, esperanza de mué,

¿has dicho que yo me llamo

Catilanguá Lantemué?


Y el burro le respondió con voz ronca:


-No, no, no.

no, esperanza de mué,

no he dicho que tú te llames

Catilanguá Lantemué.


¡Pobre Catilanguá Lantemué! Parecía que sus piernas iban a quebrarse. Pero entonces alcanzó a ver al juey y le dijo:

-Juey, juey, juey,

juey, esperanza de mué,

¿has dicho que yo me llamo

Catilanguá Lantemué?


-Sí, sí, sí,

sí, esperanza de mué.

Yo dije que te llamabas

Catilanguá Lantemué -dijo el juey,


clavando sus picaros ojos al viento.

No bien terminó de hablar así el juey, Catilanguá corrió tras él. Velozmente, el juey parecía rastrillar la misma tierra con sus ocho patitas ligeras y ágiles.

Parecía que Catilanguá iba a dar alcance al cangrejo. Pero entonces éste se escurrió por entre las aguas del río. Chas… chas…, sonaban las aguas a su paso.

Catilanguá Lantemué seguía tras el juey. Y, olvidando que sus piernas eran de barro, corrió dentro del río. Bruu… bru… bru…, sonaban sus piernas al ablandarse. Después se ablandó todo su cuerpo, y allí quedó Catilanguá Lantemué en las aguas del río.

Y, desde entonces, de Puerto Rico hasta el fin del mundo, las aguas de los ríos parecen cantar.

Y cuenta el abuelo que, desde ese día los jueyes se esconden en los ríos o hacen sus cuevas bien hondas en la tierra.


FIN

Cuerpo en una burbuja: una innovación de la poesía dominicana

Ryan Santos Agradable ha sido para mí sumergirme en otra obra del prolífico escritor dominicano Julio Adames, a quien tuve la oportunidad de...