miércoles, 29 de julio de 2009

LEER ES DE VIDA O MUERTE para la imaginación

EDITORA SANTUARIO EN CUESTA CENTRO DEL LIBRO

"Yo pensaba que escribir un libro era difícil.
Lo difícil es publicarlo".
Nison A. Lebrón





La presentadora, Liza Mallot. Encantadora. Perfecta transmitiendo bondades sobre el libro que presentaba y las personas que protagonizaban la puesta en circulación. A finalizar, condujo a los niños a una lectura del cuento.
El autor, NISON A. LEBRÓN mientras se dirigía al público de manera muy espontánea. Estaba lleno el lugar, aún fuese de los amigos y compañeros catecúmenos del creador de literatura infantil y juvenil dominicana, quien por cierto, cursa la licenciatura en Protección del Medio Ambiente.
El sonríente editor, presidente de la Editora Santuario, poeta y educador Isaél Pérez, junto al joven escritor Nison A. Lebrón.
Editor y autor se abrazan en un fraterno acuerdo de publicación y distribución. La gestora cultural, doña Verónica Sención, encargada de asuntos culturales del Foro Pedro Mir, de la Librería Cuesta, quien los observa sonríendo, dijo que el libro de Editora Santuario no tenía nada que envidiarle a los extranjeros, ni en la impresión ni en su contenido. Agregó que en lo que llega el apoyo nacional del Estado a los autores y editores, Centro Cuesta cumple el papel de facilitar su difusión y acción. Por su parte, Isaél Pérez anunció que el libro participaría en la Bienal del Cuento de San Cristóbal.
Esta es la portada del libro "El día que las vocales no fueron a la escuela".
NISON A. LEBRÓN, quien escribe libretos para programas de televisión dirigidos a la infancia, trabaja en CDN y El Caribe.

Este joven autor tiene dos obras anteriores: "Objeto Maravilloso" sobre la protección del ambiente (yo digo que tiene que dejar de ser medio, para que lo protejamos entero); el mismo fue publicado por el periódico El Siglo. En 1998, el Sr. Lebrón publicó "El Acusado", el pasado 13 de julio, en Centro Cuesta, vio la luz "El día que las vocales no fueron a la escuela".
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miércoles, 22 de julio de 2009

DIME LO QUE LEES Y TE DIRÉ LO QUE SERÁS


ESTA NOTA SALE EN EL SITE DE LUIS DANIEL GONZÁLEZ un estupendo investigador, especialista en literatura infantil y juvenil que nos enriquece con sus aportes constantes. Debajo tienen el link para que le chequeen cuanto quieran. Es imperdible! Leibi

jueves, 23 de julio de 2009
El peso social de la literatura infantil
Minders of Make Believe, de Leonard Marcus, es una historia de la historia de la literatura infantil y juvenil (LIJ) en Estados Unidos. El subtítulo, «Idealistas y emprendedores que han moldeado la Literatura infantil norteamericana», indica la perspectiva del autor: no tanto la de observar a los autores y a los libros como la de atender al trabajo de personas que fueron relevantes en el sector, debido a su empuje personal o al puesto que ocupaban en instituciones y empresas editoriales. El autor organiza su material en nueve capítulos, dos dedicados a los siglos XVIII y XIX y cada uno de los siete restantes a una década del siglo XX; el último a 1980 y 1990. Se centra en personas que marcaron épocas, como la escritora y editora del siglo XIX Mary Mapes Dodge, la directora de la Biblioteca Pública de Nueva York durante las primeras décadas del siglo XX, Anne Carroll Moore, o las editoras al frente de las secciones de libros infantiles y juveniles de grandes editoriales; y habla extensamente de las iniciativas editoriales y los libros que tuvieron más éxito.
El libro está bien documentado y escrito con amenidad. El tono es sereno aunque las antipatías del autor se aprecien en los malos augurios con los que arrancan los capítulos sobre las épocas de Nixon y Reagan. Los acentos se ponen en la transformación progresiva de la industria editorial y en el crecimiento de la LIJ en su interior. Debido al enfoque y al material disponible no todas las épocas y situaciones que se tratan están igual desarrolladas, ni tampoco se analizan cuestiones como el peso del mundo del cómic y del cine y de las series televisivas en la LIJ. Cabe suponer que hay sobreinterpretaciones: un intercambio de opiniones críticas de los años cincuenta puede ser leído ahora como si hubiera sido una gran tormenta; tal vez algunas iniciativas se presentan como significativas, aparte de por otras razones, porque el autor las conoce más. El último capítulo habla del impacto de
Harry Potter pero se trata poco de los años noventa: el mayor valor del libro está en la presentación ordenada de lo sucedido desde los años veinte hasta finales de los ochenta.
El autor desea mostrar la LIJ como uno de los factores de más peso en la configuración de la sociedad norteamericana tal como es hoy. Esto es obvio en el sentido de que los niños que leyeron en los cuarenta la historia de
Ferdinando, un toro pacifista y amante de las flores, fueron los hippies de los cincuenta. O en el de que los niños que disfrutaron conDonde viven los monstruos y luego leyeron las primeras novelas específicamente dirigidas a jóvenes en los sesenta y setenta, son quienes ocuparon después los puestos directivos en la industria que gira en torno al libro. Pero las cosas van más allá pues la LIJ ha sido siempre quien ha dado los últimos pasos para conseguir ampliar los márgenes de lo socialmente aceptable: una sociedad cambia cuando a los niños se les enseñan como normales los comportamientos adultos que a la generación anterior se les presentaban como inconvenientes.
Leonard Marcus. Minders of Make Believe (2008). Houghton Mifflin Harcourt, 2008; 416 pp.; ISBN-13: 978-0395674079.

miércoles, 8 de julio de 2009

Los Niños y la Oralidad y los Cuentos

http://www.letralia.com/213/articulo09.htm
Manifiesto Universal por los Derechos de las Niñas y los Niños a la Oralidad y a los Cuentos

1

Todas las niñas y todos los niños de nuestro planeta en cualquier sociedad tienen derecho, desde que están en el vientre, a que su madre les hable y les cuente historias, les lea en prosa y en verso, animadamente, y siempre con amor.

El habla es el oro que no la plata,
y es más: es ser humano, es amor.

2

Todas las niñas y todos los niños de nuestro planeta en cualquier sociedad tienen derecho a que la voz materna, que es la única que ellos, encontrándose aún en el vientre, pueden escuchar, les hable expresivamente desde la responsabilidad de establecer las primeras plataformas de la relación entre la infancia y el habla, y entre la infancia y la lengua, unas relaciones indispensables para llegar a esa comunicación que es la oralidad.

La lengua es Humanidad, sociedad humana,
entretejido colectivo.

3

Todas las niñas y todos los niños de cualquier raza, continente, país, idioma, posición económica, tenga su familia la visión del mundo que tenga, tienen derecho a que su madre y su padre, sus abuelas y abuelos, sus tías y tíos, y los seres humanos próximos, les hablen y les cuenten cuentos y narraciones diversas, todo animadamente y sin que estén presentes otros sonidos (la radio y la televisión encendidas, por ejemplo, que a esa edad no los influyen en positivo con sus resonancias, pero sí son interferentes).

El habla surgió ante todo
para testimoniar amor
y solidaridad.

4

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a que, en las sociedades de escritura, y en las de escritura y medios audiovisuales, a las acciones insustituibles de contarles a palabra, voz y gesto vivos, se les sume el leerles cuentos en prosa y en verso, y comentárselos durante todo el primer año de vida, que es cuando se establecen las principales bases neurológicas y muchas de las conexiones que, en gran medida, dependen para constituirse de la presencia del habla, dependen de la presencia de la oralidad en los primeros meses; desde la ciencia se señala ya que la cantidad de palabras que una criatura escucha cada día en sus primeros meses es determinante para su desarrollo y para su posterior inteligencia, imaginación y capacidades creativas o creadoras, para su posterior interés y comprensión lectora, para sus futuros avances y éxitos escolares, y para sus futuras aptitudes sociales.

La oralidad es cimiento colectivo de lo humano;
en verdad, nos definió como humanos.

5

Todas las niñas y todos los niños, en correspondencia con la importancia para su crecimiento del entorno y de las acciones humanas que reciben inicialmente, y en correspondencia con la decisiva influencia de la oralidad en los primeros años de la vida (que es cuando se instituyen muchas de las conexiones e interconexiones cerebrales determinantes) tienen derecho a esperar que los adultos asuman la definición científica, no metafórica, de la oralidad, que ya existe, la definición que define a la oralidad como proceso de comunicación y no sólo de expresión, y no sólo como el hablar en voz alta; que la define como proceso de invención y reinvención entre interlocutores que no admite la literalidad; y a que, en correspondencia con todo ello, en el seno de la familia de cada niña y niño se preste especial atención hasta los tres años de edad, de modo consciente y siempre grato y adecuado, a la presencia activa de la oralidad en sus diferentes formas: conversación, cuento oral, entre otras ya señaladas (presencia a la que debe sumarse la de la lectura en voz alta); responsabilidad, todas estas presencias, que la familia nunca debe descuidar, compartiéndolas cuando sea tiempo con el sistema de formación y enseñanza a lo largo de la niñez y la adolescencia y la juventud de cada individuo, lo que además avalará una mejor comunicación de cada ser humano hasta la vejez, y garantizará la mejor comunicación en y del mundo como un todo.

La oralidad es conjunción de ejes que se complementan.

6

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a que, desde que son vida, la familia y la sociedad les compartan la cotidianidad y los saberes por medio del habla, primero; y de la oralidad más cercana tan pronto sea posible; todo a través de conversaciones y de anécdotas, de recuerdos y de historias.

La oralidad es para el ser humano partida,
recorrido, destino y hallazgos,
viaje con otro u otros a un infinito sin fronteras.

7

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a que se les explique el mundo por medio de la oralidad, y, mucho, por medio de las conversaciones; derecho a que se establezca comunicación con ellos como interlocutores; y, cuando ya estén en condiciones de conversar, derecho a que, respetándolos como individualidades, se les escuche hablar para comunicarse, y se les responda a todas sus preguntas; y derecho a que siempre se tenga tiempo para conversar con ellos, y con ellos como participantes y protagonistas.

La oralidad es con el otro y no para el otro.
Contar oralmente es contar con el otro como interlocutor
y nunca como espectador.
De inicio los niños y las niñas tienen que comer,
que ejercitar y desarrollar su cuerpo y su mente,
y estos son los tres factores indispensables
para la salud y el crecimiento.
Su ejercicio y desarrollo mental
comienza realmente cuando se habla para ellos,
y prosigue con la oralidad cuando se habla con ellos,
una oralidad que debe ser en plenitud
a lo largo de toda la existencia humana.

8

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a que el acercamiento al habla y a la lengua iniciado por su madre, y establecido y desarrollado en términos primero de habla y, paulatinamente, en términos de oralidad como comunicación, y también establecido, en sus primeros años de niñez, en términos de expresión leída en voz alta por la familia, los amigos y la sociedad, se continúe con consistencia y congruencia, y de modo priorizado, por los maestros en la escuela (una escuela que primero comunique para expresar, informar, difundir, trasmitir, enseñar, formar), por los bibliotecarios en las bibliotecas, y, entre otros, por los profesionales de la oralidad artística y de la oralidad artística escénica, sin que estas acciones y espacios de oralidad plena, de oralidad que cree en la niña y en el niño, y los respeta como interlocutores capaces sin mediatizaciones a su imaginario, sean sustituidos por otras formas habladas pero no orales del contar, unas que también deben tener presencias relevantes (el contar desde la lectura en voz alta, el contar desde el teatro o cuento teatralizado, entre otras).

La oralidad es el camino natural a la lectura.

9

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a pedir que se les converse, se les responda, se les explique y estimule, y se les cuente oralmente en cualquier sitio, hora y circunstancia posibles, a sus madres y padres y abuelas y abuelos, y, entre otros, a sus tías y tíos; todos los que deberán corresponder, a riesgo de perder, si se niegan, la confianza de niñas y niños; una confianza que, además y entre más, les da derecho a las niñas y los niños a pedir otro cuento, a pedir un cuento nuevo y a pedir escuchar un millón de veces el mismo cuento; una confianza que, además y entre más, le da derecho a niñas y niños a inventar sus propios cuentos o a reinventar los escuchados o leídos y, a su vez, a contarlos oralmente.

La oralidad es insustituible para ser los humanos que somos.
Contar oralmente es compartir la confianza.

10

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a que se les compartan, siempre desde la oralidad y, paulatinamente, también desde la lectura, las tradiciones orales y las tradiciones memorísticas de los pueblos, aquellas tradiciones que tanto en ética como en estética respondan a los derechos y valores humanos universales y a los de la oralidad y el arte; derecho a que se les narren mitos y leyendas, cuentos populares comunitarios y cuentos populares maravillosos y cuentos de nunca acabar, entre otras artes y géneros de las tradiciones que narran historias, y entregan creaciones hermosas y críticas, creaciones imaginativas y sugerentes, esclarecedoras y soñadoras, todo desde la certeza de que en la medida en que se cuenta oralmente con las niñas y los niños se están desarrollando no sólo su capacidad de imaginar y su capacidad de crear, sino también su necesidad de aprehender cada vez más el mundo que los rodea.

La oralidad es de palabras verdaderas: de palabras ciertas y mágicas
de la razón y el sentimiento; de palabras ciertas
y mágicas de la invención y la reinvención.

11

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho igualmente a que se les cuenten, oralmente y oral artísticamente y oral escénicamente, los cuentos y otras historias de la literatura universal y de la literatura de su país, de los textos clásicos a los de las grandes escritoras y los grandes escritores de todos los tiempos, y con énfasis en los contemporáneos; a que se les narren cuentos potenciando al máximo la comunicación por sobre la expresión; a que se les narre con pasión y con compromiso, con responsabilidad y con entrega, con ternura y con complicidad, con sentido del humor y con sentido de lo emocional, con expectación y con riesgo.

La oralidad es el llamado más poderoso que puede hacerse
a la imaginación de otro ser humano,
porque tiene que ver con la imaginación
y no con la construcción física de las imágenes;
enseñar a imaginar es enseñar a relacionar
y enseñar a relacionar e interrelacionar es esencial
para el desarrollo de los poderes creadores.

La imaginación es camino de futuro.

12

Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a esperar que, muchas veces y sin tener que pedirlo, los adultos, madres y padres, abuelas y abuelos, tías y tíos, entre otros de la familia o de la amistad; en salones y dormitorios, cocinas y comedores, portales, patios y terrazas, aulas y salas de lectura, parques y plazas y campos y playas; les cuenten oralmente recuerdos y anécdotas, y les cuenten los más disímiles argumentos, les digan refranes y máximas, dichos y pensamientos, para que cualquier espacio sea un espacio de oralidad y de comunicación humana donde juglares de la ternura encuentren en su conciencia y en su memoria, en su razón y en su corazón, las palabras que completan y expanden, las palabras que curan y salvan, las palabras de la felicidad y de la alegría, las palabras de los criterios, las sensaciones y los sentimientos, las palabras de la lealtad, la dignidad, la tolerancia, la fraternidad y la libertad, las palabras del amor y la solidaridad y la amistad y la generosidad, las palabras bienintencionadas y bienhechoras del mejoramiento humano.

La oralidad es la suma de la vida.

Escrito en España 2007/2009, y desde lo recibido en Camagüey, en La Habana, en Caracas, en México D. F., en Madrid y en otras muchas ciudades y pueblos y campos de América Latina y el Caribe, Europa y África.

martes, 7 de julio de 2009

Gracias a Basilio Belliard por recordarnos esta oportunidad


Departamento de Comunicación

C/ Manuel Tovar, 8 28034 Madrid.

Teléfono: 91 358 14 94 Fax: 91 729 38 58

e-mail: comunicacion@everest.es / www.everest.es

LA EDITORIAL EVEREST CONVOCA LA XIII EDICIÓN DEL PREMIO DE LITERATURA INFANTIL "LEER ES VIVIR"

§ El premio de narrativa "Leer es Vivir" arranca un nuevo año con la admisión de originales en la modalidad de infantil, en la que participan obras escritas para lectores entre 6 y 11 años. El premio continúa abierto a todas las modalidades literarias con la intención de promocionar todos los estilos literarios.

§ Las categoría está dotada con un premio para el mejor original de 12.000 euros y la publicación de la obra por parte del Grupo Everest. Asimismo, el jurado podrá conceder Menciones de Honor dotadas con premios de 1.500 euros a aquellas obras que considere oportuno.

Madrid, 08-05-2008.- El Grupo Everest convoca la XIII Edición del Premio de Literatura Infantil Leer es Vivir. Un certamen que intenta promocionar a nuevos valores de la literatura infantil.

El plazo de recepción de originales estará abierto hasta el próximo 20 de julio de 2009 y podrán concurrir autores de cualquier nacionalidad con originales inéditos y escritos en castellano. Cada concursante podrá presentar un único original .

Las obras que opten al XIII Premio Leer es Vivir han de tener una extensión comprendida entre las 10 y las 50 páginas. Los autores tendrán que remitir sus originales por triplicado, bien firmados personalmente o bien presentados bajo seudónimo, en este caso por el sistema de lema y plica. También se podrán enviar por correo electrónico a la siguiente dirección: comunicacion@everest.es

El próximo mes de noviembre de 2009 un jurado formado por una persona de reconocido prestigio del ámbito literario, un educador, un librero, el ganador del año anterior, así como un representante del Grupo Everest decidirán la obra ganadora. Junto al ganador y las Menciones de Honor, si las hubiera, Everest podrá ofrecer contratos de edición a otros participantes cuyos originales estime de interés. El jurado también podrá declarar el premio desierto.

En la pasada edición del Premio Leer es Vivir resultó galardonada la obra Los O.T.R.O.S (Sociedad Secreta) del joven madrileño Pedro Mañas.

El Premio de Literatura Leer es Vivir, se enmarca dentro del proyecto lector Leer es Vivir creado por Grupo Everest hace trece años. Su objetivo es fomentar el hábito de la lectura entre los más jóvenes, y apoyar la narrativa española infantil, descubriendo nuevas lecturas y nuevos lectores.

Dentro del proyecto Leer es Vivir también se incluyen otras iniciativas como las actividades de animación a la lectura que Everest desarrolla en bibliotecas, colegios e institutos de todo el país para acercar el mundo de la narrativa, así como de la poesía y del teatro, a los más jóvenes.

http://www.leeresvivir.com/index.aspx

domingo, 5 de julio de 2009

TARDE DE "TÍA"

Nos pasamos el día de compras y luego en la piscina. Disfrutando de mis sobrinos, aquí con Sebastián de 5 años, leyéndole una joyita que me encontré ayer en La Sirena: "Margarita y la Nube", de León David, ilustrado por Verouschka Freixas.

Sebastián me hizo leerle el libro dos veces y le encantó. Prueba de fuego superada. ¡Hasta me hizo leerle el glosario tan bien puesto y las descripciones de la Fauna dominicana!

Independientemente de ello, a mí me pareció precioso, poético, ágil y nutritivo. Sé que alguien dirá: pero es el mismo tema de "Jinete de Nube" de Lorelay Carrón (quien a su vez dijo sobre su cuento que se había inspirado un poquito en Colette), y se resuelve igual: todo era un sueño. Sin embargo, ahí se queda. Margarita no se encuentra con ningún problema que resolver. Sólo se deja llenar los sentidos de sonidos, sabores y colores. El paseo es una invitación a romper el tedio (me ha cogido con esa palabra y la voy a agotar antes de que ella me venza a mí) de lo cotidiano y aprenda a ver, a sentir la belleza que está a su alcance en un maravilloso viaje por lugares simbólicos de nuestra geografía.

Espero que al igual que La Primera Comunión de Laura de Manuel García Arévalo, este libro llegue no sólo a las manos de los niños "pudientes" como decimos vulgarmente, sino a la de todos los niños pobres de nuestra geografía porque de ellos podríamos decir también esto:
"Si yo me voy tú me extrañas,
y te extrañaré también...
Entonces, ¿por qué más bien
no vienes y me acompañas?".
© León David


"Margarita y la Nube", Un viaje inolvidable en busqueda de la libertad* Ilustraciones e idea original: Verouschka Freixas*Texto: León David*Editorial Alfaguara Infantil

jueves, 2 de julio de 2009

CARTA ABIERTA AL NIÑO DE LOS CUENTOS



Querido Niño:

Me dirijo a ti, porque tú representas ese grupo especial que hacemos objeto de nuestra creación, sumado al otro, ése formado por padres, maestros, tíos... sostén inigualable de tu nutrición y crecimiento;

Dime querido Niño de los Cuentos, una vez establecido que tú eres imprescindible a la infancia como el propio juego, pues ninguna imaginación se desarrolla sin el aliento nuevo que llega tras contar con palabras en el arrullo suave de una voz... ¿cómo sabremos cuándo y cómo; cuáles y por qué, entre todos los que te igualan, algunos tocan el alma y otros apenas los pies?

Uno, dos, tres... Lo sé. Desde el origen, atendiendo a esta necesidad de comunicar, de decir, de computar, de hilvanar un hecho tras otro... los humanos hemos querido trascender contando, adormeciendo el tiempo con la repetición de la realidad ahora con palabras o sonidos, ensanchándola, adornándola con los recursos ilimitados de la imaginación o el ingenio.

Nadie mejor que tú inspiró a JANOSCH, autor de libros infantiles al expresar: "Es bello inventar historias, precisamente porque en ellas puedes imaginarlo todo, todo lo que tú deseas vivir, dónde quisieras encontrarte alguna vez, y no hay ninguna frontera infranqueable, ni ningún final. En tus historias tampoco hay nada que no pueda pasar".

¿Y quién lo duda? Sea en lenguaje mímico, oral, escrito, cibernético... si nos queremos comunicar, lo importante es expresar lo que sentimos de corazón asistidos por la imaginación.

¡Aaaah! ¡Qué adorable mezcla de ficción y verosimilitud.

Niño de los Cuentos, ¡Qué difícil es definirte! ¿Eres o no Eres? Y si así resulta para los seres ya formados, para estos que están en formación... ¡qué lío!

No en vano, muchos optan por resaltarte en dos aspectos: como relato fantástico y como narración literaria de corta extensión. Al menos es un camino, pero suena complicado ¿no? Yo sé que a ti no te gustan otros nombres. Tú te llamas CUENTO, no importa si te unen a cómputo, a computare o a contar, lo que en tu esencia está.

¿Cómo te hemos de definir? ¿Cuáles son tus características? Primero, eres una creación literaria de forma narrativa, descriptiva y muchas veces dialogada. Casi siempre tienes carácter dramático y estás escrito en prosa, pero cada vez eres más divertido, y de vez en cuando sí, sale un cuento en versos.

De corta extensión, ¡ummm! Tu brevedad parece ser lo principal, en tu, digamos, personalidad. Eso no te lo despinta nadie. Si te pasas, ya eres relato o noveleta. Pero además, tú no eres realista del todo, abrazas denodado la ficción y eso a nosotros, nos cae de maravillas, porque ¡qué aburrida la vida sin ese vuelo de la imaginación y la fantasía!

¡Oh, amigo! Desde que naciste en el antiguo Egipto, has estado poniendo a prueba a tus oyentes, a tus lectores, jugando con su embelesamiento, distrayéndolos y suministrándoles la más entusiasta diversión! ¡A veces angustias; y hasta lágrimas si hay un buen interlocutor!

El Pantchatantra, Calila y Dinma, Las Mil y Una Noches... primeras manifestaciones de ti, como cuentos escritos.

Claro que no se me olvida mencionar que una de las cosas que más te gusta, algo que resulta realmente diferenciador para llegar al corazón de lectores, es acompañar tu discurso literario con otro discurso, ¡pero visual! ¡Ay, esas ilustraciones que tanto expresan con sus líneas agraciadas y colores, o esas viñetas, a veces simples siluetas a un color, resultan tan queridas para el objeto impreso en que te conviertes.

Algo que no podemos discutir es que revelas una síntesis digna de admiración y aquí hay que recordar a tus padres: Poe, Juan Bosch, Quiroga, Virgilio Díaz Grullón... ¿Tus elementos? Bueno, los personajes, el ambiente o atmósfera, la trama, la intensidad y el tono ¿se me olvida algo?

Y si te empeñas, sí te recuerdo. El diálogo, ese constante respaldo a través de las palabras, descritas por el narrador o puestas en boca de tus personajes... predominio eficaz que te diferencia del resto, Niño de los Cuentos.

Tu estructura, columna vertebral. Lo primero que hay que preservar es tu unidad narrativa, la que te recorre y da coherencia. Siempre formada por la introducción o exposición, el desarrollo o nudo y el desenlace.

La introducción esboza, así rapidito, sin entrar en detalles, los personajes, el ambiente y unas cuantas frases para esquematizar la acción y dar origen a la trama.

Luego, expones el problema que hay que resolver ¡Unjú! Ese es el nudo o desarrollo que viene a ser el planteamiento de la cuestión. Ya lo decía Juan Bosch, sin problema no hay cuento.

Así avanzamos en intensidad, interesamos más y más y más y llega el punto culminante: ¡el climax! y entonces, bajamos poco a poco, paso a paso, hecho a hecho para recobrar la respiración y entonces llegamos al...

...desenlace. Se nos resuelve el problema, todo queda explicado, el conflicto deja de serlo, el nudo se desata ¡volvemos a respirar!

Sí, sí, tú tienes razón. A veces, los escritores hacemos del asunto un punto lírico y nos importa muy poco que ocurra algo realmente importante, pero tendrás que admitir que algunos salen muy bien ¿no? Lo sé, tú prefieres la acción. Eso es así, para el gusto se hicieron los cuentos.

¿Que te diga de los personajes? Bueno, tú mejor que yo lo sabes. Ellos adoptan todas las gamas de la realidad y de la fantasía. Claro, a nosotros nos dejas la coherencia entre la conducta y el lenguaje de cada uno. Sus pensamientos y sus intenciones. Corresponde al perfil psicológico del, digamos, actor o actriz, su forma de expresión. Eso se nota muy bien en las fábulas donde damos a los animales y cosas cualidades humanas. Pero en general, los cuentistas tenemos que presentar, con unos pocos trazos, a nuestros personajes de manera que queden bien definidos, física y anímicamente, por razones de brevedad.

Del ambiente, sé que es el lugar físico donde se desarrolla la acción dentro de ti. Los escritores gastamos pocas líneas a veces en establecer dónde y cómo, en aras de la universalidad, pues un ambiente muy local es desconocido para grandes públicos.

Diremos del tiempo, ya sabes que es la época en que se realizan las acciones narradas. También en ti es característica que esto sea breve. Salvo en La Bella Durmiente donde esa muchacha dura cien años ahí esperando al Príncipe... ¡Y se dice tan rápido!

Por atmósfera no me preguntes, pues desde siempre el mundo singular en que suceden las acciones es particular, único, casi encierra el estilo del autor, diría yo. Ahí se tiene que transmitir el estado emocional que privilegias tú. Puede ser de misterio, de suspenso, de humor, de melancolía, como verdadera cadena de acciones y estados de conciencia ocurridos en el espacio temporal. Desde la mente de un personaje, hasta la intervención del narrador, omniciente, testigo, todo sucede ahí.

Lo contrario del tedio es la intensidad, obliga a eliminar todo lo supérfluo, lo que no añade nada a la idea principal, a su desarrollo ¡Nada facil! Bueno, Voltaire lo dijo: "El secreto para ser aburrido es contarlo todo".

Tensión es sujetar al lector de la mano y vincularlo con la acción. Por eso es que los grandes maestros afirman que tú eres importante desde la primera frase, pues si el lector, el oyente, no engancha, la atención se irá para otro lado y adiós clima, adiós!

Finalmente, el tono. Nace de la forma en que los escritores abordamos nuestro cuento. Nuestra actitud hace que tengamos un tono humorístico, dramático, alegre, triste, irónico, generoso...

Y si tú insistes, habrá que dividirte por categorías. Primero, los orales y los escritos. También los escritos en versos y los que nos llegan en prosa. Están los cuentos populares, los folklóricos, los literarios, los líricos, los de aventuras o acción, los didácticos (¡puaf!) los moralizantes (¡huag!), los fantásticos, poéticos, realistas, clásicos, modernos... ¡Qué versátil eres, caramba!

Pues, a decir verdad, casi no hay diferencia entre la literatura con adjetivo (infantil y juvenil) y la otra. Las mismas reglas funcionan para las dos... ¡Pero si seré tonta! Es simplemente un rasgo, tal vez. Si en la mente de un niño la realidad se funde con la fantasía y la culminación de un buen escritor es lograr la verosimilitud, entonces, ¿no será que entre el cuento infantil y el cuento para mayores, la única diferencia es que en los primeros el predominio de lo maravilloso lo hace todo, todo posible?

Piénsalo: Hay gigantes, dragones, Juan Bobo y Pedro Animal, Cucarachas que se casan con ratones; ratones que se apellidan Pérez, una señora de pies de barros que se llama Catilanguá Lantemué, un chico que siembra una habichuela y ésta crece hasta llegar al cielo, un gigante con una gallina que pone huevos de oro, unos niños abandonados por sus padres que encuentran la casa de golosinas de la bruja del bosque; un patito que se convierte en cisne, un gato que llena a su amo de riquezas, un hermano menor que siempre pasa todas las pruebas; el emperador que sale con un traje invisible, la bruja que envenena a Blanca Nieves; la Bella que ama a la Bestia, Barba Azul que asesina a sus mujeres por desobedientes; Peter Pan que conquista la Tierra de Nunca Jamás... la hermosa rubia que hace subir a su princepe por la escalera de su cabellera, un pez que es bombero y toca la trompeta, un carrito que sube paredes, un fantasma que se vuelve monstruo por los errores ecológicos de los seres humanos... un duende de nombre difícil que quiere quedarse a toda costa con el primogénito de la Reina, nadie sabe para qué.... ¡Oye, que la imaginación está desbordada! ¿Y cómo no va a ser así, si las niñas son capaces de convertir en muñecas fracos de perfume y los niños hacen de un palo de escoba un hermoso corsel?

Concluyo que un cuento destinado a los seres en formación tiene su propio universo. Allí conviven seres con poderes sobrenaturales, allí se concatenan hechos hilados por la magia. Ahí no valen las clases sociales, el plebeyo conquista a la princesa o viceversa, un Julián Chiví se casa con una jaiba y fundan casa en la Luna, o igual un barco y una estrella, un dinosaurio tamagochi sale a comer guineos o plátanos por las noches...

En ti reina lo extraordinario. De nuevo recuerdo a Juan Bosch: La esencia de describir un hecho que tiene indudable importancia y no cualquier hecho, no cualquier suceso.

También lo dice Julio Cortázar al enfatizar la intensidad (la eliminación de todo lo supérfluo) y las descripciones detalladas. Es esta armonía entre tensión e intensidad lo que finalmente hace un buen cuento; todo el esfuerzo para mantener al lector, al oyente, casi en vilo hasta que se resuelve el conflicto.

Querido Niño de los Cuentos, te quiero más artístico que didáctico, y sabes bien que me refiero a que el autor debe despojarse de toda intención de enseñar. Se aprende contigo indirectamente y eso es maravilloso. Así te siento y así te disfruto. A mi aire.

Lo que alabo en ti es que nos dejas ser y sabes que en la mente de un adulto que escribe para niños, existe otro niño que no ha terminado de crecer, que no ha dejado de sentir muuuucha curiosidad, y no permite que el mundo se convierta en algo real y tangible, por lo que puede reconstruirlo de arriba a abajo y aferrarse a esa porción de vida que le hace cómplice infinito de los lectores en la aventura de una humanidad que imaginamos ¡Bendita sea! ¡Buena, Nueva, Justa y en Paz!

Me despido, Niño de los Cuentos con los versos de José Agustín Goytisolo en el hermosísimo Palabras para Julia, donde une dos mujeres: Su madre muerta en un bombardeo franquista y a su hija, dos generaciones y una esencia de mujer. Nadie tiene la verdad, pero cada quien tiene un poquito entre los dedos, no hay infancia amorfa y general. Lo que funciona para mis hijos no será igual para los hijos de mi hermano. Serán los hijos de cada uno de nosotros, con sus genéticas, sus religiones, sus nombres y sus sonrisas, pero sobre todo, con esas miradas limpias hacia el futuro buscando la propia voz en todos los cuentos leídos.

"No sé decirte nada más,

pero tú debes comprender,

que yo aún estoy en el camino,

en el camino".

José Agustín Goytisolo

TQM

Leibi Ng

Cuerpo en una burbuja: una innovación de la poesía dominicana

Ryan Santos Agradable ha sido para mí sumergirme en otra obra del prolífico escritor dominicano Julio Adames, a quien tuve la oportunidad de...