martes, 4 de marzo de 2014

Una batalla muy peculiar






El mundo como lo conocemos está en peligro. Los objetos guardados en los armarios de la casa de Dromedario se sienten ofendidos por el destino final que le dio el hombre a su materia prima y han decidido vengarse. ¿Quién podrá defender el universo? Prepárense para ser parte de un encuentro galáctico, de una contienda jamás imaginada, de la gran batalla entre el Caballero de la Caja de Plata y el Ejército de los Armarios.

Con una larga lista de títulos exitosos que incluyen relatos, novelas y obras de teatro -casi todos premiados-,  el escritor dominicano Pedro Antonio Valdez (La Vega, 1968) se inicia en la producción de literatura infantil y juvenil con “Dromedáriux: la batalla del armario”, el libro que le mereció el V Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor Dominicano 2013.

Dromedario, un chico que se considera inteligente pero que detesta hacer las tareas, es castigado durante las vacaciones de verano sin un día de playa junto a su madre y hermana. Debe quedarse en casa, vigilado por la tía Lola. Así que, a falta de auténtica acción, él la crea. ¿O  fue provocado? ¿Por qué se rebelan y lo atacan el gato de su hermana, la bota que formó parte de la piel de un cocodrilo, la maleta hecha con el cuero de una mansa vaca, la correa que dice fue una orgullosa boa constrictor admirada y respetada en la selva?

Dromedáriux tiene que defenderse. Con la ayuda de la princesa Natalya y el poder de la Caja de Plata, debe crear su propio ejército de “transformers” y defender el mundo. ¿Quién ganará la batalla?

La bitácora a dos tiempos de Dromedario –el real y el ‘verdadero’- no es lo que el lector prejuiciado con la literatura infantil se imagina. Es la narración, a la velocidad de un rayo y con una destreza que atrapa, de una batalla que tiene mucho de cine, del mundo de los ‘muñequitos’, de escenas que una vez finalizadas ponen a cien la imaginación infantil y convierten cualquier espacio en un cuartel o en una nave nodriza y cualquier artefacto en una bola de fuego, en una montaña cuadrada, en un equipo transmisor…

En todo lo que la febril imaginación de Valdez ha demostrado que puede hacer con las palabras.




Entrevista


Ping-pong a Pedro


Hay mucho de TV en Dromedáriux... ¿te inspiraste en algún personaje o en alguna serie de ‘muñequitos’ para escribir la historia? ¿O te había hecho ilusión desde siempre crear este tipo de historias fantásticas? El mundo de la TV, sobre todo el animé y los dibujos animados, debía estar presente en esta historia, porque esa estética está muy presente en la formación de los niños y niñas desde hace un tiempo. En general, la imaginería de los dibujos animados siempre ha estado presente en mi forma de contar las historias. Esa historia la tenía pendiente, en el tintero de la imaginación, desde hace mucho tiempo, hasta que al fin me decidí a escribirla.

¿Cuánto te costó convertir a un chico tan travieso en un héroe de la creatividad y la invención?
No mucho. Simplemente estar a su lado en su forma de ser.

Te inicias con esta obra en la publicación de literatura infantil y juvenil, ¿es la primera que escribes o tienes otras historias infantojuveniles guardadas por ahí?
Siempre he tenido presente escribir para niños. En la década de los noventa escribí una obra de teatro infantil; y en una época escribí poesía y cuentos infantiles.

¿Cómo ves la literatura infantil en RD? ¿Qué piensas del contraste entre historias de fantasía (como esta) que ponen a reflexionar al niño lector de forma divertida y aquellas historias de claro perfil moral que, pese a sus buenas intenciones, terminan aburriendo a los pequeños…?
Aquí tenemos buenos escritores de literatura infantil, sobre todo de poesía y cuento, en la capital y en las provincias. Creo que la literatura infantil debe ser parte del juego de la niñez. Sabemos que los niños y niñas juegan para aprender, y la literatura debe sumarse a este proceso. Lo primero, si tengo que plantear un orden, es que los lectores se diviertan; lo segundo, muy cerquita de lo primero, es que aprendan algo.

La historia sugiere un fin que no es fin, ¿viene  una serie de Dromedáriux?
Dromedáriux es una serie. El chico se seguirá metiendo en problemas porque los niños, como sabemos, son inagotables.

(+)

Otros libros del autor

Pedro Antonio Valdez ha publicado, entre otros títulos: “Papeles de Astarot” (1992), “Última flor del naufragio” (1995), “Paradise” (1998), “Bachata del ángel caído” (1999), “Naturaleza muerta” (2000), “La rosa y el sudario” (2001), “Narraciones apócrifas” (2005), “Carnaval de Sodoma” (2002, llevada al cine por el director mexicano Arturo Ripstein), “Palomos” (2010), “Mitología de bolsillo” (2011) y “La Salamandra” (2012).

Pedro Antonio Valdez: 5to. Premio Dominicano de Literatura Infantil y Juvenil El Barco de Vapor



Santo Domingo

El jueves 20 de junio se entregó el 5to Premio de Dominicano de Literatura Infantil y Juvenil el Barco de Vapor a Pedro Antonio Valdez por su texto  Dromedariux, la batalla del armario en el auditorio Laura Bertrán del Colegio Babeque Secundaria. En este mismo evento se reconoció a los dos finalistas Reynaldo Disla con su novela infantil La llama resistente del cuaderno azul y a Tony Morales con El pirata valiente. Además se pusieron a circular las tres obras.  

En el acto estuvieron presentes destacadas figuras del medio cultural como Diomedes Núñez Polanco, Director de la Biblioteca Nacional, así como reconocidos autores del Barco de Vapor Dominicano como Avelino Stanley y Rafael Peralta Romero.  Guillermo Cote, Director General, comunicó a la audiencia la naturaleza del premio y por qué el fomento de la creación literaria para niños, niñas y adolescentes es una prioridad para la Fundación SM. Mónica Volonteri, Gerente de Formación, comentó los tres textos que se ponía a circular y leyó el fallo del jurado compuesto por Brunilda Contreras, reconocida escritora de LIJ y Dorys Cruz, coordinadora de Lengua española del Colegio Lux Mundi.

Pedro Antonio Valdez nació en La Vega en 1968. Ha publicado varios libros, entre ellos: Papeles de Astarot (1992), con el que obtuvo el Premio Nacional  de Cuento; Bachata del ángel caído (1999), merecedor del Premio Nacional de Novela; Naturaleza muerta (2000), galardonado con el Premio  de Literatura UCE, y Narraciones apócrifas (2005), con el que recibió el Premio Pen Club en Puerto Rico. Su novela Carnaval de Sodoma (Alfaguara, 2002) recibió el Premio Nacional de Novela y fue llevada al cine por el director Arturo Ripstein. En 2010 publicó la novela Palomos. En 2011, salió a la luz su libro de micro relatos Mitología de bolsillo. En 2011 obtuvo el premio Nacional de Novela con La Salamandra, publicado por Alfaguara en 2012.


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