lunes, 28 de julio de 2014

PREMIO DOMINICANO DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EL BARCO DE VAPOR 2015 (República Dominicana)


19-12-2014
Género:  Relato infantil y juvenil  
Premio:  Cien Mil Pesos Dominicanos (RD$ 100,000.00) y edición
Abierto a:  dominicanos o extranjeros residentes en el país por más de 5 años, mayores de edad
Entidad convocante:   Fundación SM
País de la entidad convocante: República Dominicana
Fecha de cierre:  19:12:2014

BASES
La Fundación SM por sí misma y en cuanto persona jurídica titular de la empresa editorial denominada “Ediciones SM” convoca la séptima edición del Premio de Literatura Infantil y Juvenil “El Barco de Vapor” de acuerdo con las siguientes bases:

 1. Podrán participar dominicanos o extranjeros residentes en el país por más de 5 años, mayores de edad, con novelas dirigidas a lectores no mayores de 14 años. Quedan excluidos de esta convocatoria los trabajadores del Grupo SM.

 2. Deberán enviar obras inéditas y escritas en lengua española. La extensión de los textos, de acuerdo con las series en las cuales deseen participar, deberá ser la siguiente:

 Serie Azul (para lectores de 7 a 9 años), alrededor de 40 páginas.

Serie Naranja (para lectores de 9 a 12 años), alrededor de 60 páginas.

Serie Roja (para lectores a partir de 12 años), alrededor de 80 páginas.

 3. Los concursantes deberán presentar 3 (tres) copias impresas de la obra y una en formato digital, escritas en computadora, en cuerpo 12, a doble espacio, por una sola cara, en papel tamaño carta (8.5 x 11”).

 4. Los textos deberán llevar en la primera página el título de la obra y el seudónimo elegido. En sobre aparte, cerrado y rotulado con el título de la obra y el seudónimo, el concursante enviará sus datos personales (nombre y apellido, edad, documento de identidad, dirección, teléfono, correo electrónico y ocupación).

 5. Cada concursante podrá presentar cuantas obras desee. En todas ellas deberá utilizar el mismo seudónimo, remitiendo un solo sobre con sus datos personales. No se aceptarán obras que hayan participado en versiones anteriores de este premio.

 6. Las obras deberán ser dirigidas a: Premio de Literatura Infantil y Juvenil “El Barco de Vapor 2015”. Ediciones SM Calle Frank Félix Miranda n.° 39, Ensanche Naco, Santo Domingo, República Dominicana. Los textos se recibirán de 9:00 a.m. a 5:30 p.m., de lunes a viernes.

 7. El plazo de admisión de originales se cerrará el 19 de diciembre de 2014. Después de esa fecha no se aceptará ningún texto.

 8. Todo texto que no cumpla con lo dispuesto en estas Bases quedará excluido del concurso.

9. El jurado será nombrado por Ediciones SM. Estará formado por especialistas de reconocido prestigio en literatura infantil y en pedagogía. La composición del jurado permanecerá en secreto hasta la publicación del fallo.

 10. El fallo del jurado será inapelable y se dará a conocer por medio de la prensa nacional. La obra ganadora será notificada directamente a su autor o autora. El jurado tendrá la facultad de declarar desierto el premio.

 11. Los autores que hayan resultado ganadores del premio no podrán volver a concursar hasta pasada una (1) edición del concurso que fue premiado.

 12. Se concederá un solo premio, que consistirá en la publicación de la obra en la colección “El Barco de Vapor”, de Ediciones SM. El autor premiado cederá en exclusiva los derechos de edición en el contrato que de común acuerdo firmará con Ediciones SM. A la firma del contrato, el autor premiado recibirá de la Fundación SM la suma de Cien Mil Pesos Dominicanos (RD$ 100,000.00) por concepto de adelanto a cuenta de los derechos de autor estipulados en el contrato.

13. El ganador se compromete a participar personalmente en los actos de presentación y promoción de su obra que Ediciones SM consideren adecuados.

 14. Ediciones SM tendrá opción preferente para adquirir los derechos de publicación de las obras finalistas que el jurado recomiende.

 15. El simple hecho de presentar obras en este concurso supone la expresa conformidad de los autores con estas Bases. Cualquier caso no previsto en ellas será resuelto según el criterio de Ediciones SM.

 16. Una vez hecho público el fallo, SM no devolverá las obras no premiadas. La Editorial no mantendrá correspondencia sobre ningún original no seleccionado
www.escritores.org

SM - Fundación SM

Calle Frank Félix Miranda n.º 39 Ensanche Naco,
Santo Domingo, República Dominicana
www.ediciones-sm.com.do

Textos para niños: ni conejitos ni ranitas

"Para suerte de la cultura dominicana, la literatura infantil que se escribe en estos momentos tiene representantes. En los últimos años se ha sumado a la práctica de este género un grupo ya no tan pequeño de autores de valor". Luis Beiro

Textos para niños: ni conejitos ni ranitas

Hace unos años, comentaba con una compañera de trabajo en el Listín (en el mejor sentido de la palabra “comentario”) las decenas de libritos de cuentos ¿para niños? que nos remitía entonces un aprendiz de escritor con ínfulas de grandeza. Ella cometió la ligereza de llevarle uno de esos textos a su hijo y al leerlo, el niño comenzó a burlarse de lo allí escrito por lo rimbombante, anacrónico, impropio y hasta vulgar de su lenguaje.

Ese autor, continuó en su “carrera” de escritor infantil y nosotros no procuramos sus noticias porque en realidad, los periódicos no están para levantarle el ego a nadie, ni para ser un puente de comunicación a favor de sus lectores.

“Son cosas que pasan”, le dije a mi amiga entonces para que entendiera que como órgano de servicio social, Listín Diario debía ser cortés con sus lectores y corresponder a la amabilidad de quienes nos envían sus textos y sus invitaciones a los actos que realizan. “Somos la cara del Listín, y un periódico no debe decirle que no a nadie”,  traté de convencerla.

“Sí, lo entiendo, pero bueno es lo bueno, pero no lo demasiado. En la vida todo tiene un límite y usted no puede recomendar al lector un libro mal escrito”. Sus palabras no he podido olvidarlas jamás.

Este comentario, si bien se inspira en un hecho concreto, no pretende denostar  a aquel pobre hombre, ni sirve como parábola para retratar a otra persona porque, igual que ese aprendiz, existen muchos en este país que consideran erróneamente que la fama se obtiene no por la calidad de la obra creada, sino por la sonoridad que se alcance por determinado nombre o cargo que ostente, ya bien público o privado. Y el hecho de “publicar” tomos bajo su nombre (muchas veces redactado por otra persona) ya es una “consagración” contra la que, en apariencia, nadie puede.

Letras infantiles

Para suerte de la cultura dominicana, la literatura infantil que se escribe en estos momentos tiene representantes. Son pocos, pero son. Y  si en los últimos años se ha sumado a la práctica de este género un grupo ya no tan pequeño de autores de valor, se debe al trabajo editorial que ha venido haciendo Ruth Herrera desde su cargo de Directora de Ediciones Generales del Grupo Santillana. Ella ha rescatado una serie de obras y de autores dentro de ese género que enriquecen el panorama nacional. Y con mucha autoridad, ha desechado ripios y textos mal escritos. También hay que reconocer la labor de las Ediciones Ferilibro con la colección “Dienteleche”, a través de la cual se han difundido textos de valor que por determinadas causas no han encontrado receptividad difusora como textos de lectura por el Ministerio de Educación. También ha sido muy valioso el aporte del Ministerio de Cultura al incluir la Literatura Infantil como género independiente en sus Premios Anuales de Literatura, así como otras iniciativas en favor de los niños y jóvenes que tampoco han encontrado respuestas en otros organismos del Estado que debieron de haberlas masificado.

Volviendo a nuestras improntas de valor, quienes han mantenido en alto el género a lo largo de los años con disciplina y resultados de alta calidad estética merecen ser resaltados algunos nombres como Rafael Peralta Romero y César Sánchez Beras.

El primero, un narrador consumado, cuyos libros en los géneros de novela y cuento, trascienden. Junto a esta obra narrativa ha venido tejiendo una cadena de textos dirigidos a los niños de suma calidad que, en algunos casos ha sido merecedor de altas distinciones nacionales.

El segundo es un poeta de pies a cabeza, tanto en su vida como en su obra. Y tiene a su favor el hecho de ser profesor en una escuela en la ciudad norteamericana de Lawrence. Es tal vez el escritor de este género más reconocido dentro y fuera del país tanto por los pequeños  lectores como por el mundo cultural. Su bibliografía es amplia, diversa y abarca los géneros de poesía, cuento y teatro. La misma es enriquecida con textos líricos, patrióticos y ajenos al didactismo barato.

A ellos le sigue un grupo de escritoras con registros importantes como Eleanor Grimaldi Silié, Jenny Montero, Lucía Amelia Cabral, Brunilda Contreras, Farah Hallal, Marianela Medrano, Virginia  Read Escobal, Kianny  N. Antigua, Carmen Dinorah Coronado, Dulce Elvira de los Santos, Margarita Luciano y otras que conforman una muestra coherente de  buen gusto y dominio del ejercicio técnico.

Pero además, muchos de nuestros escritores consagrados como Juan Bosch, Marcio Veloz Maggiolo, Jeannette Miller, Pedro Antonio Valdez y Avelino Stanley, entre muchos otros, en algún momento de sus exitosas carreras literarias han dejado su aporte a este género.

El escritor Miguel Collado ha publicado importantes y estudios especializados sobre el género en la República Dominicana y el mundo. Desconocozco si los técnicos del Ministerio de Educación conocen los aportes de Collado en este sentido y si lo han contactado para reunir un volúmen con sus escritos y ponerlo como referencia a los maestros de escuelas públicas y liceos.

Los Horrores y los Errores

Algunos autores que escriben para niños arrastran en sus textos los mismos errores: el uso y abuso de ñoñerías, los insoportables diminutivos, la moraleja simplona, el didactismo pueril, los diálogos prefabricados, junto a una prosa estéril, falta de literaturización.

Esto se debe a que en realidad no son escritores. No han leído textos académicos. Tampoco han llevado mirada inteligente frente a las obras clásicas de la literatura infantil. Además, hoy no escribe como en el siglo XX, ni mucho menos como en el XIX. Transpolar la forma, los estilos y los códigos literarios de otros tiempos al presente no solo reproduce anacronismos, sino rechazo generalizado.

Tal vez, personas no preparadas pedagógicamente o funcionarios de carteras del Estado o empresas privadas que tampoco estén al tanto de los cambios estéticos del mundo de la literatura infantil celebren y recomienden textos. Es decir, algunos de nuestros especialistas están limitados para apreciar obras de arte de este género porque también carecen de formación académica o lectora especializada.

Con la literatura infantil no se puede improvisar. Es por ello que nuestros autores consagrados llegan a ella pocas veces, cuando llegan, porque la respetan, saben que escribir para niños no es un divertimento ni una empresa de producir chocolates. Cada línea, cada párrafo hay que reescribirlo cientos de veces y luego engavetarlo y volver sobre él, año tras año, en busca de lo mejor.

La educación de los niños y jóvenes dominicanos mejorará cuando ellos tengan en sus manos libros que los respeten como objeto de consumo. Libros que alimenten la pasión por la lectura. Libros a la altura de la gran literatura que se escribe en este país.  Libros que puedan leerse dentro y fuera del aula y que puedan ser recomendados a otros lectores por los propios niños. Textos que enriquezcan la memoria. Que creen códigos de conocimientos inolvidables. Que acumulen información valiosa envueltos con bellas letras. Los niños dominicanos merecen tener una literatura propia, amplia, valiosa y recomendable que pueda ser exhibida ante el mundo con la frente en alto. Y para ello hay que superar las simplonas historietas de ranitas, conejitos, cerditos y avecitas.

(+)

César Sánchez Beras: Su más reciente libro

“Sapito azul y el misterio sonoro”, de Cesar Sánchez Beras, es premio de Literatura Infantil Letras de Ultramar 2013 La historia de Sapito azul y el misterio sonoro es sencilla: un grupo de animales y sus amigos salen en busca de un sonido único lejos de la serranía, y después de una travesía modesta, sin contrariedades, encuentran el melódico sonido en la presencia de tres niños músicos, quienes tocan instrumentos tradicionales.

La melodía propone una negación hacia los instrumentos clásicos y encuentra en la tambora, la güira cantora y el acordeón las raíces de un pueblo. Propone un viaje hacia “monte adentro”: la tierra, el caserío y el bohío como paisajes autóctonos, de gran uso en el merengue y la bachata dominicana. Y su narración, visual, hace énfasis en los colores, los sonidos y el paisaje. En el trayecto hacia ese lugar remoto vemos especulaciones, humor, magia, todo ello sin que se pierda una pizca de interés; y el lector es arrastrado hasta el final de su camino simple, creativo, didáctico e interpretativo.

Luis Beiro

http://www.listindiario.com/ventana/2014/6/21/326866/Textos-para-ninos-ni-conejitos-ni-ranitas

Cuerpo en una burbuja: una innovación de la poesía dominicana

Ryan Santos Agradable ha sido para mí sumergirme en otra obra del prolífico escritor dominicano Julio Adames, a quien tuve la oportunidad de...