domingo, 26 de septiembre de 2010

La narrativa infantil de Oscar Holguín-Veras

Por las amenas liras
por el Dr. Bruno Rosario Candelier

Dr.en Filología Bruno Rosario Candelier, Premio Nacional de Literatura, Director de la Academia Dominicana de la Lengua crítico, ensayista, novelista y promotor cultural, Fundador y director del Movimiento Interiorista. 
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En el cuento titulado "El primer Jupido", Oscar Holguín intenta rescatar la temática aborigen, planteando una propuesta de interpretación sobre el origen de las ciguapas, el personaje de la mitología insular dominicana. El cuento como tal llama la atención, lo mismo por lo que cuenta que por la forma como lo cuenta, pero lo que quiero subrayar en esta parte es el alcance y la significación de este replanteamiento temático y artístico.
Quiero subrayar, en primer lugar, la motivación que inspira la factura de este cuento. Su escritura fue el producto de una plan de trabajo que se propuso el Grupo de Literatura Infantil y juvenil "Pedro Henríquez Ureña", del Ateneo Insular en Santo Domingo, bajo la coordinación de Oscar Holguín-Veras. El grupo literario decidió retomar el tema indígena de la ciguapa para elaborar un libro de cuentos destinados a los niños.
Desde luego, mucha gente podría preguntarse en este tiempo sobre la motivación que inspiró al citado grupo para acudir a la veta temática aborigen en la etapa de la historia que estamos viviendo. La pregunta no deja de ser pertinente, si recordamos que la literatura indigenista, que floreció en la América hispánica durante el siglo XIX, tenía una motivación política y una intención patriótica, y con ambas actitudes asumió el tema del indio como medio de protesta contra el régimen español de la Colonia y como una forma de identificación con los patriotas independentistas y los valores autóctonos que su proclama conllevaba, por lo cual la literatura indigenista proclama su adhesión al movimiento independentistas latinoamericano.

¿Cuál es, pues, la posible motivación de los actuales cultores dela literatura infantil en la República Dominicana? ¿Qué buscan los creadores de literatura infantil al acudir al tema de la ciguapa, criatura vinculada al mundo de los aborígenes? La motivación de dicha temática en los escritores de esta etapa histórica finisecular del siglo XX, es de naturaleza política  ni de intención patriótica, sino de naturaleza artística y de carácter trascendente.

Los miembros del Grupo de Literatura Infantil y Juvenil  "Pedro Henríquez Ureña" forman parte del Ateneo Insular y en consecuencia esa vinculación orgánica con una institución estéticamente definida, los hace solidarios del ideario estético de la organización literaria, que es justamente la Poética Interior; y entre sus propósitos el Interiorismo resalta el cultivo delos valores interiores, que son  los valores trascendentes, como la verdad, la ternura cósmica, la armonía,el bien y el amor, entre los valores del espíritu.

El cuento que puse de ejemplo, pone de manifiesto en el clímax de la narración, el desagrado de la Divinidad ante el desviado comportamiento de una de sus criaturas, y se queja de que habiéndoles advertido "que les había dado lo mejor de mí, ustedes en cambio han utilizado lo peor de sus almas" ("El primer Jupido"), puesto que la finalidad de la vida es ser para el bien y no para el mal. se trata, pues, de una exaltación de los valores interiores, que son los bienes del espíritu, aspecto que, según el cuento, al no ser cumplimentado cabalmente fue causa de la degeneración de esta criatura singular conocida en Santo Domingo como ciguapa.

Lo que quiero destacar; no es el aspecto anecdótico de la propuesta de Holguín, sino el sentido de esta propuesta, que es el ponderar los valores interiores, y en consecuencia, con la incorporación de dichos valores en el tema de la ciguapa, abre un espacio para cultivar un aspecto esencial al Interiorismo, razón por la cual el autor, al retomar el tema aborigen de la ciguapa, lo hace al mismo tiempo para potenciar los valores de la literatura trascendente y con ello cultivar un aspecto de lo real trascendente, el ámbito  de ficción que viene proponiendo desde su fundación el Movimiento Interiorista, al que se vinculó el autor de cuentos de literatura infantil.

Oscar Holguin-Veras encauza de esta manera su forma de asumir y practicar los postulados estéticos del ideario interiorista, con el cual se identifica en su propia escritura al tiempo que lo promueve y respalda como miembro del Ateneo Insular.

Con La doncella encantada de las aguas blancas, Oscar Holguin-Veras, ratifica su vocación por la literatura infantil, abre una brecha hacia el ámbito remozante de la literatura interiorista y encauza su talento y su sensibilidad hacia la potenciación de las artes y las letras orientadas al más preciado tesoro de los niños y los jóvenes en el área estimulante de la creación y la imaginación.

Harry Potter explicado a los padres

Este artículo salió en  Le Monde Diplomatique, en diciembre 2001. Al encontrar la reseña en Internet quise compartirla. Particularmente, maduro las ideas sobre por qué escritores de literatura infantil y juvenil de nuestro país subdesarrollado se han inclinado por reinos y condados medievales, por románticas sirenas y duendes extraños, desestimando la riqueza (exigüa pero nuestra) costumbrista de Dominicana. Buena parte de la responsabilidad está en la moda y el tremendo éxito del Harry (el cual me simpatiza ampliamente, dicho sea de paso), pero que es un inglés domador de fantasmas y está muy cerca del Fantasma de Canterville, de Oscar Wilde y no de Juan Bobo y Pedro Animal. Me pregunto si alguien de aquí habrá escrito un cuento de vudú. Si se enteran me avisan.

Una nueva búsqueda del Grial
Harry Potter
explicado a los padres

Después de haber batido todos los récords de recaudación en Estados Unidos, "Harry Potter y la piedra filosofal" llega a las pantallas españolas. Las aventuras del aprendiz de mago nos remiten a uno de los mitos más viejos, el de la búsqueda del Grial. pero también reflejan las angustias y las aspiraciones de decenas de millones de jóvenes que deben orientarse en un mundo de cambio constante, y en el que tendrán que ser capaces de hacer frente a las situaciones más imprevisibles.

Por Serge Tisseron, 


Psiquiatra infantil, psicoanalista y escritor. Última obra publicada hasta diciembre 2001: L´intimité surexposée, Ramsay, París, 2001; en castellano, El misterio de la cámara lúcida, fotografía e inconsciente. Ediciones Universidad de Salamanca, 2000.



¿Qué poción mágica podría excitar a tal punto la fascinación por Harry Potter? Lo mismo que con Pokémon, es tentador ver en esta pasión el resultado de un marketing diabólico, cuando en realidad en ambos casos la publicidad no hizo más que pisarle los talones a un éxito que nada hacía presagiar. Muchos editores rechazaron el primer manuscrito de J. K. Rowling y ahora se comen las uñas. De manera que es preciso considerar que estas aventuras no son solamente un melting pot de brujos, calderos y hechizos cocinados con salsa Halloween, sino que responden al menos a algunas de las preocupaciones del público al que se dirigen: los chicos de once a catorce años.


Ante todo, las Aventuras de Harry Potter son las de Ron, Hermione y sus amigos. En las tapas de las diferentes obras, un chico aparece rodeado de sus pares. Los padres están lejos. Además, los padres que educan a Harry no son sus verdaderos padres y su estupidez los ha descalificado para siempre a sus ojos y a los del lector. Son pobres humanos cerrados definitivamente al mundo de la brujería. Así que Harry tiene que contar sólo con la solicitud de sus compañeros. Los muchos chicos que en la realidad tienen que afrontar problemas de relación con el único apoyo de sus compañeros, se reconocen en ese chico cuyos interlocutores privilegiados son unos pocos amigos de su edad.
El éxito de la serie televisiva Friends se debe a la misma matriz: una sociedad de pares a la que no se le impone ninguna confrontación con mayores que den lecciones y la reiterada afirmación de que las pruebas sólo pueden ser superadas por la coherencia del grupo y las competencias de cada cual, aun y sobre todo cuando éstas aparezcan en primera instancia como meras manías individuales. Las Aventuras de Harry Potter suman a estos ingredientes la creciente complicidad del héroe con el genio bueno del lugar, el brujo director de la escuela. Pero debe ganar esa complicidad por sus méritos, mientras que el mundo jerárquico de los brujos que descienden de otros brujos evoca a la aristocracia tradicional… y también a ciertos privilegios de los bien nacidos de la República.
La situación familiar de Harry coincide con la novela edípica que todo niño tiende a construir con su propia historia: sus padres biológicos serían diferentes del hombre y la mujer que lo crían y por supuesto mucho más inteligentes, ricos y célebres que ellos. Esta descalificación del padre y la madre permite al hijo manejar mejor los sentimientos extremos que alimenta hacia ellos: si son sólo usurpadores, el difícil trabajo de separación se ve muy facilitado. Y esos ensueños de filiación prestigiosa se enriquecen para Harry Potter con la historia ejemplar de sus progenitores, a los que descubre poco a poco, al tiempo que se le impone el exaltante destino de vengarlos…
Tintín era una especie de héroe de la latencia, sin sexualidad ni rebelión, que correspondía a una época. Como Peter Pan, estaba fijado en el país del nunca-nunca: nunca barba, ni vello, ni fantasías sexuales. Pero actualmente las niñas de 8 años piden vestirse “sexy” y los niños en general están informados sobre los cambios de la pubertad aun antes de que afecten su cuerpo. Indicio de esta evolución, Harry Potter cumple un año más en cada tomo de sus aventuras, pasando de la infancia a la adultez con todo el cortejo de angustias de la adolescencia. Pero el mundo mágico donde evoluciona lo confronta también con otras metamorfosis que nada tienen que ver con el crecimiento y que resultan de las suertes que se echan unos a otros los diferentes brujos de la historia, benévolos o malignos.


Estas transformaciones confrontan inevitablemente al joven lector con las que afectan su cuerpo en el momento de la pubertad, portadoras de una fuerte carga de ansiedad En el tercer tomo, titulado El prisionero de Azkaban, un personaje se metamorfosea a pesar de sí mismo en un semilobo y sus amigos se convierten en perros para protegerlo: animales buenos contra malos… El adolescente se encuentra allí con una puesta en escena apenas desfasada de sus propias angustias: la animalidad que siente a veces hervir dentro de sí, ¿no lo pone en el mismo riesgo?¿Habrá quien lo proteja de ella? Los jóvenes lectores suelen decir que “ven” sus peripecias como en una pantalla cinematográfica.
Para crear esta impresión, la escritura de Rowling privilegia las descripciones de movimientos y desplazamientos. No son ni los lugares ni el aspecto de los personajes los que retienen su atención, sino solamente las actividades. Nunca se describe un cuerpo sino en movimiento, nunca se describe un paisaje sino cuando sirve de escenario de alguna acción, bosquejado a la vez en sus aspectos sonoros, emotivos y kinestésicos.
Esta escritura del movimiento fascina al adolescente en la medida en que entra en sintonía con los trastornos de los que él mismo se siente escenario y que lo llevan por ejemplo a buscar la embriaguez de la velocidad o el vértigo de los bailes tecno, que siguen el ritmo rápido de la iluminación intermitente.
Cabe interpretar las Aventuras de Harry Potter como una especie de cuento de hadas moderno envuelto en el embalaje publicitario, made in USA, de un Halloween convencional. Pero sólo a primera vista.

Contrariamente a lo que sucede en muchos cuentos de hadas, aquí al héroe le resulta sistemáticamente imposible decidir la significación precisa, amistosa u hostil, de los gestos y actitudes de los personajes con quienes se encuentra. Dicho de otro modo, los personajes nunca están claramente situados del lado del Bien o del Mal. Esta trama narrativa no es la de un cuento, pero no le falta antecedente: su modelo es el mito del Grial, que atraviesa varias culturas, sobre todo la indoeuropea, la celta y la cristiana. Más allá de sus múltiples variantes, los relatos que en él se inspiran ponen en escena objetos y situaciones características comunes. En las Aventuras de Harry Potter encontramos por lo menos cinco: la utilización de armas particulares, el ciervo como animal emblemático, la prueba del beso, el rol del caldero que da la vida y la importancia del estigma como testimonio de un destino excepcional.

Las espadas y lanzas empleadas en la búsqueda del Grial pueden matar o sanar, según los casos, a aquél a quien apuntan. Es exactamente lo que se encuentra en Harry Potter, salvo que se trata de varitas mágicas que pueden matar o curar según las intenciones de quien las manipula. En el mito del Grial el ciervo cumple una función esencial. En Harry Potter el ciervo es el animal emblemático del padre del héroe: un ciervo que se metamorfoseaba para ocultarse y después de su muerte aparece ante su hijo bajo esta apariencia para salvarlo.

La tercera analogía es la prueba del beso. En el mito esta prueba aparece en el segundo acto de Parsifal, cuando el héroe descubre que el beso de Kundry, un personaje al mismo tiempo maléfico y benéfico, es el arma de la herida. Del mismo modo, en Harry Potter los saboteadores que trabajan para el penal de Azkaban imponen a los brujos criminales un beso mortífero que les aspira literalmente el alma.

El cuarto elemento común es el caldero. El recipiente donde se elabora la receta de la inmortalidad evoca el cáliz eucarístico de la mitología cristiana. En el cuarto tomo de sus Aventuras, Harry, lanzado a la búsqueda de una “copa de fuego”, es desviado hacia un cementerio donde se organiza una ceremonia alrededor de un caldero. Allí se ve obligado a dar un poco de su sangre para permitir la resurrección de su mortal enemigo, el aliado del Dios de las tinieblas, Lord Valdemor. Al participar en la bebida de la inmortalidad, la sangre de Harry se convierte en equivalente de la de Cristo, capaz de garantizar “la vida eterna” mediante el misterio de la comunión, de modo tal que Harry encarna el Santo Grial, el cáliz de la vida eterna, que contiene la sangre de Cristo vertida al pie de la Cruz.

Además, Harry Potter tiene en la frente una cicatriz que es al mismo tiempo huella de la condena a muerte que sufrió siendo bebé y la prueba de su resurrección. Su padre y madre, que se cuentan entre los hechiceros más poderosos, fueron asesinados por Lord Valdemor, y también lo fue Harry Potter, pero salió vivo de la prueba después de atravesar misteriosamente la oscuridad mortal. Esta cicatriz evoca la expresión “marcado en la frente” que se utiliza para designar a un elegido, pero también evoca los estigmas que lleva Cristo en las manos y en los pies. Harry Potter es en este sentido un personaje que se sitúa en la tradición clásica: condenado a muerte, resucitado y por fin portador de una herida visible, que atestigua su destino excepcional.

Una última fórmula para el éxito de estas aventuras podría ser que la moral implícita en las obras de Rowling corresponde exactamente a la filosofía de la existencia que comparte la mayor parte de los muy jóvenes. Puede resumirse así: todo evoluciona tan rápido que de nada sirve fijarse objetivos para querer alcanzarlos, más vale adaptarse a los cambios a medida que se producen. Este modo de pensamiento es familiar a los jóvenes porque no sólo está en juego en la vida social, sino que además prevalece en la mayor parte de los videojuegos. Se opone a la forma tradicional de pensamiento que sigue rigiendo el terreno científico, donde se trata de alcanzar un objetivo a través de un itinerario lógico.

En el mundo de Harry Potter de nada sirve partir de hipótesis para construir estrategias. Lo real, si es que cabe llamarlo así, es a tal punto inimaginable que no deja otra posibilidad que la de conducirse a tientas, perfeccionándose conforme las acciones resultan eficaces. En un mundo donde los puntos de referencia de la generación anterior suelen parecer poco útiles frente a la permanente renovación de los problemas planteados, los jóvenes tantean y construyen, en el mismo movimiento, su mundo interior y el mundo social que será el nuestro mañana.

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